Comprender el misterio de la resurrección de Jesús de Nazaret no es tarea fácil para el cristiano común, ni siquiera para estudios de las sagradas escrituras. Hoy, cuando la humanidad asiste a un nuevo memorial de la resurrección del Hijo de Dios, el teólogo Félix Palazzi responde a algunas de las interrogantes que se plantean en torno a la figura de Cristo y su victoria sobre la cruz. Palazzi es doctor en Teología Dogmática de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello

-Cuando revisamos la historia de Israel durante los dos primeros siglos de nuestra era, nos damos cuenta de que hubo diferentes hombres que se autoproclamaron Mesías. Pero Jesús de Nazaret trascendió a todos ellos. ¿Por qué? ¿En qué radica la grandeza de Cristo?

-La palabra griega Cristo es la traducción del hebreo Mesías. Pero mientras muchos en el siglo I esperaban a un mesías político que liberase al pueblo de los romanos, Jesús se presenta como alguien que no practica la violencia ni tiene pretensión de ser rey. De hecho rechaza a los que lo quieren coronar. Pero también rechaza a Pedro cuando éste lo llama mesías, porque Pedro pretendía que Jesús fuera un libertador político. La relevancia que nos puede enseñar esta opción de Jesús hoy en día es ver cómo el ponerse del lado de los pobres y las víctimas no significa que se tenga que asumir un camino violento o armado. Es la gran tentación de nuestros países latinoamericanos. Jesús atrajo por su mensaje de conversión, de cambio de mentalidad, a partir de una verdadera solidaridad junto a un llamado a construir la paz y la justicia.

-¿Es Jesús de Nazaret el único resucitado de la historia? ¿Cuál es su diferencia con respecto a Lázaro?

-Jesús es resucitado por su Padre y es llevado a su lado, mientras que Lázaro, como suelen explicar algunos teólogos, no experimenta una resurrección como tal sino una resucitación o reanimación porque regresa a esta misma vida. En Lázaro se nos muestran dos cosas importantes. Primero, el dolor que Jesús siente por sus amigos y la solidaridad que les expresa cuando más están sufriendo. Segundo, el llamado que le hace a salir de la tumba, de la muerte, y pasar a la vida, a la acción. La resurrección simboliza también ese paso de una vida en la que morimos a diario, a otra en la que vamos encontrando abundancia y esperanza para seguir luchando con esperanza y no sólo sobreviviendo.

 

Para seguir leyendo haga clic aqui

2015 © Teología Hoy/Felix Palazzi.  Todos Derechos Reservados.


 

Comments/Comentarios

comments