La más reciente encíclica del Papa Francisco, Laudato Si’, me ha ayudado enormemente, sobre todo ahora cuando estoy escribiendo mi tesis doctoral sobre la relación entre los hispanos y la creación de Dios. Una de las partes más significativas de esta encíclica es el No. 84:

[blockquote style=”1″]Cuando insistimos en decir que el ser humano es imagen de Dios, eso no debería llevarnos a olvidar que cada criatura tiene una función y ninguna es superflua. Todo el universo material es un lenguaje del amor de Dios, de su desmesurado cariño hacia nosotros. El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios. La historia de la propia amistad con Dios siempre se desarrolla en un espacio geográfico que se convierte en un signo personalísimo, y cada uno de nosotros guarda en la memoria lugares cuyo recuerdo le hace mucho bien. Quien ha crecido entre los montes, o quien de niño se sentaba junto al arroyo a beber, o quien jugaba en una plaza de su barrio, cuando vuelve a esos lugares, se siente llamado a recuperar su propia identidad.[/blockquote]

El Papa Francisco aquí nos esta invitando a tener en cuenta la interconexión que los seres humanos, creados a imagen y semejanza de Dios, tienen con cada una de las otras creaturas. Esto incluye desde las más insignificantes hasta otras  como la tierra, el agua, las montañas, etc. Y es precisamente este sentido de interconexión el que también encontré en mi investigación cuando me reuní con tres grupos de Hispanos muy diferentes entre si. Dos de estos grupos pertenecían a dos parroquias de la Arquidiócesis de Miami, Misión Sta. Ana en Homestead, FL.,   y Little Flower, en Hollywood, FL. El ultimo grupo lo componían estudiantes del Instituto de Pastoral del Sureste, SEPI, en Miami.  Cada uno de los grupos se reunieron hace unos meses atrás para reflexionar teológicamente acerca de la creación y los hispanos.

tree-725687_640En cada uno de estos grupos se expresó un sentido de interconexión con la creación de distintas maneras. Por ejemplo algunos de los participantes  recordaron sus experiencias de niñez  sentados bajo la sombra del árbol en el jardín de su casa. El árbol llego a ser tan importante  que inclusivo se convirtió en un lugar de reunión, juego y diversión, pero sobre todo en un confidente que algunos lloraron cuando se enteraron que el árbol había sido talado. Otros participantes expresaron sus experiencias con la creación yendo a la quebrada mas cercana, para nadar y pescar o simplemente para sentarse a comer de las diversas frutas que los arboles de alrededor les proveían. Otros participantes expresaron su cercanía  con la creación escalando pequeñas colinas y gritando al aire para escuchar el eco; “la voz de las montanas.”

Todas estas experiencias relatadas por los participantes de la investigación realmente resaltan lo que dice el Papa Francisco dice : “La historia de la propia amistad con Dios siempre se desarrolla en un espacio geográfico.”  Ese  espacio geográfico para los participantes de la investigación implica una realidad de dos caras; por un lado el país de donde vienen, ese del que cada uno guarda muchos recuerdos o ese que algunos tienen la oportunidad  de visitar de nuevo. Por el otro lado,  este hermoso país que nos acogió y en el que vivimos ahora. En ambas realidades  los participantes de la investigación expresaron  su sentido de responsabilidad por que se sienten, como dice el Papa Francisco, “llamados a recuperar su propia identidad” de haber sido creados a imagen y semejanza de Dios que están interconectados con toda la creación de Dios.

2015 © Nelson Araque. Todo los Derechos Reservados


 

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