El repique de campanas raramente oído en parroquias católicas de los Estados Unidos, me recuerdan a las de mi pueblo que eran oídas  con devoción claustral a lo largo del  día. Con ellas nos levantábamos y nos acostábamos, al medio día el pueblo se detenía para rezar el Ángelus y por las noche a las siete en punto recibir con reverencia la bendición con el Santísimo incluso montado a caballo parado  y descubierto su sombrero sostenido con la mano izquierda para persignarse con la mano derecha.  Cada misa era anunciada con una llamada de campana media hora antes, con dos llamadas quince minutos antes y con tres llamadas conocida también como la “última” a la hora de la misa. Esta tradición era el sueño de muchos muchachos como lo fui yo de ser el campanero oficial  para tocar las campanas jalando una riata vieja y áspera en cada ceremonia religiosa muy especialmente el repique de campanas en ceremonias y fiestas parroquiales especiales, admirando el panorama desde lo alto del campanario de iglesias construidas durante la colonia por los padres Franciscanos llegados a Hispano-América desde  la Conquista de los Españoles por Hernán Cortez, Simón Bolívar y otros más.

Por el sonido de las campanas parroquianos cercanos y lejanos a la parroquia reconocían si se trataba de una misa ordinaria, especial o incluso de funeral o también llamada misa de muertos de cuerpo presente. La misa de muerto, se identificaba por sonidos leves y espaciados. Cualquiera que fuesen esos sonidos, se oían las campanas con recogimiento y profunda devoción por chicos y grandes. El sonido de campanas era una especie de comunicación masiva anunciando al pueblo la actividad parroquial para ser acompañada estando  presentes o seguida desde sus lugares de trabajo del campo y hogar.  Al llegar a este país, donde el uso de campanas originales han sido o cambiadas por sonidos digitales o eliminadas totalmente por diversas razones, el inmigrante católico extraña el sonido melodioso de las campanas como parte intrínseca de su vida religiosa. De repente parecería que nuestra Iglesia Católica Americana no es la misma que nuestra Iglesia hispana.  En pocas palabras los sonidos de la campana parroquial, pudiesen ser para algunos inmigrantes católicos un reto a vencer para a culturizarse o aceptar que nuestra Iglesia Catolica comprende muy diversos signos impuestos por una cultura y tiempo determinado. Las Iglesias coloniales Hispanas fueron construidas hace cuatro o quinientos años, mientras que algunas Iglesias Católicas Americanas han sido construidas recientemente con tecnología moderna del siglo XXI, sin campanario ni campanas.

Derechos de autor 2011 Dr. Gabriel Martinez,SFO

El Dr. Gabriel N. Martínez, terminó sus estudios elementales con los Jesuitas y Lasallistas en México. Obtuvo la licenciatura en psicología clínica en la Universidad Autónoma de Guadalajara, y una licencia de psicólogo clínico a perpetuidad. Obtuvo la maestría en consejería y el doctorado en educación en dos universidades Jesuitas Loyola Marymount University y San Francisco University. Estudió  francés en Paris, Francia. Es autor de varios folletos sobre la familia desde el punto de vista conductual, spiritual y cultural.

Fotos de campanas por waywuwei’s photostream y Guillermo Vasquez

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