De acuerdo al llamado que nos hace el Papa Francisco en el más reciente de sus documentos, El Gozo del Evangelio, somos llamados a evangelizar aún a nuestras propias familias. Siendo responsables de la fe de nuestros hijos y como padres de familia o tutores de nuestros pequeños, debemos contestar a éste llamado. Como iglesia doméstica, nuestro testimonio empieza en nuestros hogares. Esta Cuaresma pidamos a María, Nuestra Señora de Guadalupe, que camine con nosotros para que nuestros corazones se conviertan en una casita donde nuestras familias puedan encontrar el amor y la ternura de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo.  

family-473996_640

 

Tomemos un momento y hagamos una breve reflexión. 

  • ¿Cómo era nuestra familia cuando crecimos?
  • ¿Cuáles eran nuestras actividades favoritas?
  • ¿Cuáles son nuestros recuerdos más alegres que pasamos como familia?

 

Quizás nuestra familia todavía vivía en nuestro país de origen. Quizás a nuestra familia le gustaba ir al parque y al cine. Quizás las actividades navideñas eran épocas muy felices. Estos momentos que guardamos en nuestros corazones, nos pueden alentar en la vida a saber que la familia es capaz de encontrar alegría y gozo en los detalles de cada día.

En el documento, El Gozo de Evangelio, el Papa Francisco nos dice que,

“LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría.”

family-457235_640

 

Como padres de familia, estamos llamados a encontrarnos con nuestro Señor Jesucristo, de una manera personal. Este encuentro nos permite una salvación que nos da el verdadero gozo y nos ayuda a dejar atrás nuestros desánimos y sinsabores. Así podremos dar testimonio a nuestros hijos de la esperanza a la que ellos también son llamados.

El Apóstol San Pablo nos enseña en la carta a los Gálatas que:

 

“El fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, paciencia, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y dominio de sí.” Gal 5:22

La Alegría que nos da el encuentro con Jesucristo deberá frutos concretos en nuestras familias. Por ejemplo nuestro amor se debe mostrar quizás atraves del perdón muto. Nuestra paciencia quizás puede ser el entender las inquietudes de nuestros hijos o las exigencias de nuestros padres. El dominio de sí mismo podría manifestarse al tratar de complacer a los más pequeños cuando quieran ver un programa infantil en familia. Como padres de familia Dios nos ha dado la facultad de conocer las necesidades de nuestras familias. Recordemos pues que María, durante esta cuaresma, camina con nosotros y nos ayuda a que podamos dar frutos del amor de Dios en nuestros hogares.

alex pic
Unámonos a San Juan Pablo II en la oración que el mismo dirigió durante el año de la familia: “Que la Sagrada Familia modelo de toda familia humana, nos ayude a cada uno a caminar con el Espíritu de Nazaret. Amen. Que María, Madre del amor hermoso, y José, Custodio del Redentor, nos acompañe a todos con su incesante protección. Amen. Que Cristo Señor, Rey del universo, Rey de la familias, este presente como en Cana, en cada hogar Cristiano para dar luz, alegría, serenidad, y fortaleza. Amen.”

 

2015 © Alejandro y Ana Barraza.  Todos Derechos Reservados.

 

Comments/Comentarios

comments