El ciclo litúrgico del Tiempo Ordinario esta por culminar con la celebración de Cristo Rey y con esta fiesta principia una nueva esperanza con el tiempo de Adviento. Cristo Rey el mismo venerado por los mexicanos en Silabo, México y el Cristo de la Redención venerado a lo alto de las playas de Rio de Janeiro, en Brasil. Que manera tan bella y significante terminar un importante ciclo litúrgico rindiendo honor al Rey de reyes y que bendición tan grande que dos países hispanos Mexico y Brasil se honren al haber erigido dos bellas estatuas de Nuestro Señor Jesucristo.
El Tiempo Ordinario por demás largo termina con esta gran celebración de Cristo Rey, entronado en la parte más alta del mismo Circo Romano donde según la tradición fueron martirizados muchos cristianos.
En México durante el tiempo de la persecución religiosa de 1926 varios católicos fueron fusilados en el paredón al grito de ¡Viva Cristo Rey! Simultáneamente sufrido en Rusia como resultado de la Revolución de Octubre de 1917 y la entrada al poder de José Lenin, el culto Ruso Ortodoxo fue acallado con derramamiento de sangre de sus profesos y destrucción de seminarios y cierre de Iglesia prohibiendo con pena de muerte el culto público. Ni la persecución religiosa y la implantación del comunismo en Rusia, lograron acallar la Iglesia de Cristo Rey quien reinó y continúa reinando en el mundo entero.
Hoy los hispanos que vivimos en los Estados Unidos, somos llamados a celebrar esta fiesta el 23 de Noviembre, dispuestos a profesar nuestra fe y lealtad a nuestro único Rey y morir al grito de ¡Viva Cristo Rey! a una sociedad materialista que antepone valores materiales a los valores divinos y propone sistemas económicos más a doctos al siglo XXI y a la alta tecnológica que vertiginosamente intenta eliminar a Dios del sistema social. Nuestro grito de ¡Viva Cristo Rey! Será escuchado por el mismo Dios quien nos protege amorosamente de toda ola anti religiosa en cualquiera de sus formas, bendiciendo y protegiéndonos para que los hispanos vivamos una vida gozando de todos los beneficios que presta la sociedad profesando una fe inquebrantable para gritar en nuestros corazones ¡Viva Cristo Rey!.
El 23 de Noviembre próximo, la Iglesia Universal unirá sus voces al unísono para cantar: El Señor es mi pastor, nada me falta. (Salmo 22, 1-2a).
2015 © Dr. Gabriel Martinez. Todos Derechos reservados.
Foto principal por Mario Carvajal, foto Viva Cristo Rey por amata_es
