Estamos en el mes de Septiembre y todavía estamos cosechando los frutos de Laudato Si ‘, la ultima encíclica del Papa Francisco. Esta carta papal ha posicionado la crisis ambiental directamente dentro de la esfera social, requiriendo una respuesta integral y un compromiso global. Sin lugar a dudas, creo que el fruto más reciente de esta encíclica sobre el cuidado de “nuestra casa común” es el ecumenismo.
El Decreto Unitatis Redintegratio del Papa Pablo VI define ecumenismo como “el conjunto de actividades y de empresas que, conforme a las distintas necesidades de la Iglesia y a las circunstancias de los tiempos, se suscitan y se ordenan a favorecer la unidad de los cristianos”(No.4).
Es evidente que una de las circunstancias de nuestro tiempo es la crisis medio ambiental y es precisamente lo que Papa Francisco expresa en Laudato Si’ y que usa muy bien para suscitar y favorecer la unidad de los cristianos al retomar la preocupación del Patriarca Bartolomé por “la necesidad de que cada uno se arrepienta de sus propias maneras de dañar el planeta” (L.S.# 8) y lo que ha dicho el Patriarca respecto de las raíces éticas y espirituales de los problemas ambientales (L.S.# 9).
La llamada del Papa Francisco al ecumenismo sigue latente y esto lo demuestra su mas reciente anuncio durante la fiesta de la Transfiguración el pasado 6 de agosto: “[H]e decidido instituir también en la Iglesia Católica la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación” que a partir de este año, será celebrada el 1 de septiembre, como lo hace la Iglesia Ortodoxa.
Esta vez es el Papa, el representante de la Iglesia Católica, quien ve lo que hace la Iglesia Ortodoxa nos invita a los Católicos a unirnos con los Ortodoxos, como cristianos que somos, a celebrar esta Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación juntos.
El anuncio de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación parece que estaba implícito en Laudato Si’ y se hace evidente al momento de la presentación de la encíclica cuando el representante del Patriarca Bartolomé, el Metropolita Ioannis de Pergamo, sugiere la adhesión Católica a la Jornada que es una costumbre en la Iglesia Ortodoxa. El texto de la institución, por parte del Papa Francisco, de la Jornada Mundial por el Cuidado de la Creación aclara este punto:
Compartiendo con el amado hermano Bartolomé, Patriarca Ecuménico, la preocupación por el futuro de la creación (cf. Carta Enc. Laudato si’, 7-9) y, acogiendo la sugerencia de su representante, el Metropolita Ioannis de Pérgamo, que intervino en la presentación de la Encíclica Laudato si’ sobre el cuidado de la casa común, deseo comunicarles que he decidido instituir también en la Iglesia Católica la «Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación», que, a partir del año en curso, será celebrada el 1 de septiembre, tal como acontece desde hace tiempo en la Iglesia Ortodoxa.
Este gesto ecuménico que será evidente cada Septiembre 1 al orar junto con nuestros hermanos y hermanas Ortodoxos por el cuidado de la creación requiere a una profunda conversión interior. Así como lo dice El Decreto Unitatis Redintegratio “El verdadero ecumenismo no puede darse sin la conversión interior. En efecto, los deseos de la unidad surgen y maduran de la renovación del alma, de la abnegación de sí mismo y de la efusión generosa de la caridad” (No.7).
Esa conversión interior de la que habla el Decreto Unitatis Redintegratio también implica una constante revisión de las motivaciones que alimentan nuestra pasión por el cuidado de la creación y una espiritualidad que nos haga vivir con las realidades del mundo, que nos ponga en comunión con todo lo que nos rodea para que así podamos encontrar una salida a esta crisis ecológica. Así como lo dice Laudato Si’:
No se trata de hablar tanto de ideas, sino sobre todo de las motivaciones que surgen de la espiritualidad para alimentar una pasión por el cuidado del mundo. Porque no será posible comprometerse en cosas grandes sólo con doctrinas sin una mística que nos anime, sin «unos móviles interiores que impulsan, motivan, alientan y dan sentido a la acción personal y comunitaria» Tenemos que reconocer que no siempre los cristianos hemos recogido y desarrollado las riquezas que Dios ha dado a la Iglesia, donde la espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo ni de la naturaleza o de las realidades de este mundo, sino que se vive con ellas y en ellas, en comunión con todo lo que nos rodea. (L.S. # 216).
Un gesto ecuménico, de apertura, de comunión, de ver lo bueno en otras Iglesias es precisamente lo que Laudato Si’ nos trae, nos regala, y nos llama a testimoniar en nuestras vidas , Así como lo dice el Papa: “esta Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación será una buena ocasión para testimoniar nuestra creciente comunión con los hermanos ortodoxos” ya que con el testimonio de comunión y apertura venceremos desafíos comunes mas fácilmente y seremos mas creíbles y eficaces, como lo dice el Papa Francisco: “Vivimos en un tiempo en el que todos los cristianos afrontamos idénticos e importantes desafíos, y a los que debemos dar respuestas comunes, si queremos ser más creíbles y eficaces.”
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