En este segundo artículo les quiero compartir la invitación que recibí de Hna. Ana María Arreguin, MEMI y como se logro abrir los espacios en las aéreas de Easton y Caruthers CA., a través del Ministerio Campesino.

Hna. Ana María fue enviada a Easton y Caruthers, CA., para apoyar al Ministerio Campesino en el año 2009. Ella lanzo la red, es decir: me hizo la invitación para ser parte del ministerio, yo pensé que sería solo una vez la que yo le acompañaría. Quien iba a decirme que me apasionaría tanto este ministerio. El camino que me ha tocado recorrer durante estos ya casi cuatro años, desde Noviembre del 2009, no ha sido nada fácil pero a la vez ha sido una experiencia única, donde he aprendido a ser más solidaria con los más necesitados de nuestra sociedad. No se trata únicamente de llevar alimentos y abrigo durante los meses de frío y escasez de trabajo, va más allá.

Lo primero que aprendí fue como se realizar un censo. Me toco junto con los voluntarios ir a los campos de familias y campamentos y realizar el censo para darnos cuenta de la realidad de cada persona y familia. Este método implica ver a través de nuestros propios ojos la realidad donde muchos se encuentran marginados y desprotegidos. A través del censo me pude dar una idea más clara de las necesidades de cada uno de ellos. Lo siguiente fue reunir al equipo para dialogar y proponer los siguientes pasos a seguir. Hna. Ana María, nos enseño que primero teníamos que ir con el corazón abierto y dejarnos sentir la compasión que Jesús nos pedía como laic@s comprometid@s, pero muy importante a la vez, el no juzgar la situación o condición de cada persona.

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En noviembre 27 del año 2009 fue la primera vez que acompañe a Hna. Ana María, junto con los voluntarios, a llevar las primeras donaciones para las familias necesitadas. No hay palabras que puedan expresar mi gratitud por la oportunidad que Dios me dio y la vida que me brindo en ese momento. El ver los rostros agradecidos, pero más aun los rostros angelicales de los niños y niñas, me hizo olvidar el cansancio que experimentaba, todo había valido la pena en ese instante.

 

Quien me diría que aquella experiencia cambiaría mi vida en 180 grados. Después de esa experiencia tan humana yo no pude regresar a casa y seguir siendo la misma persona. Al dejarme sentir el dolor de algunas familias comprendí que mi llamado apenas recién empezaba dentro del ministerio. Dios tenía ya trazados los proyectos en estas comunidades, y yo sería parte de ellos.

En el año 2010 los anhelos, los sueños y los proyectos empezaron a ser una realidad.

En los próximos meses seguiré compartiendo mis experiencias, los retos y programas que desarrollamos para servir al pueblo campesino.

¿Quién fue la persona que cambio tu vida?

Hasta la próxima!

2013 © Ana Y. Salazar.  Todos Derechos Reservados.

Foto de niñas por  CDI Apps for Good.

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