Últimamente he estado recibiendo propuestas para que escriba sobre este tema delicado y que va ajeno a la fe cristiana, la ‘Santa Muerte’ y creo que es un tema bastante extenso pero muy apropiado para este siglo XXI.  Es triste y preocupante también notar varias personas que llevan calcomanías con la figura de un esqueleto representando la Santa Muerte especialmente en los estacionamientos de las Iglesias católicas, el ultimo que mire fue algo que decía “Dios te crea y ella te guía”.  ¿Que pasa? ¿Qué esta sucediendo?  Por un lado, el problema ha sido la ignorancia entre el pueblo hispano debido a una formación inadecuada o carente en la fe, le llaman dizque devoción.   Otro factor es el problema de que el culto a la ‘Santa Muerte’ es ajeno a la fe Cristiana y aun así persisten en cometer este pecado de idolatría.

No trataré de dar respuestas exhaustivas sobre este dilema pero si dar una respuesta adecuada y ortodoxa a este problema.  Según los historiadores y algunos sociólogos han determinado que este culto a la ‘Santa Muerte’ data desde hace mas de tres mil años, precisamente en la cultura mexicana, años antes de que los conquistadores españoles llegaran.  Pero ¿Que es la ‘Santa Muerte’?  Que atrae tanto al pueblo hispano, lo pongo entre comillas para distinguirla y hacer notar que dentro de este contexto la muerte no tiene nada de Santa, solo Dios es el autor de la Santidad y la muerte no puede ser santa ya que es consecuencia de nuestro pecado original (el pecado que nuestros primeros padres Adán y Eva cometieron como la Sagrada Escritura nos narra).  De hecho, en la primera carta a los Corintios, Pablo reflexiona sobre la Resurrección de Cristo y habla sobre la muerte de la siguiente manera “¿Donde esta muerte tu aguijón? (1 Cor 15,55-57)—El aguijón de la muerte es el pecado, lo cual nos lleva a cuestionar ¿Como puede ser Santa la Muerte si proviene del pecado? son Agua y aceite, la  muerte no proviene de Dios, el Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña:

1. 1008 “La muerte es consecuencia del pecado. Intérprete auténtico de las afirmaciones de la Sagrada Escritura (cf. Gn 2, 17; 3, 3; 3, 19; Sb 1, 13; Rm 5, 12; 6, 23) y de la Tradición, el Magisterio de la Iglesia enseña que la muerte entró en el mundo a causa del pecado del hombre (cf. DS 1511). Aunque el hombre poseyera una naturaleza mortal, Dios lo destinaba a no morir. Por tanto, la muerte fue contraria a los designios de Dios Creador, y entró en el mundo como consecuencia del pecado (cf. Sb 2, 23-24). “La muerte temporal de la cual el hombre se habría liberado si no hubiera pecado” (GS 18), es así “el último enemigo” del hombre que debe ser vencido (cf. 1 Co 15, 26).”

Pero ¿Cómo es que hay personas dentro de nuestra iglesia que creen en estas supersticiones y actos aberrantes de idolatría? ¿Cómo entender la muerte desde una perspectiva cristiana?  He aquí la respuesta que da el mismo Catecismo:

crucifix1009 La muerte fue transformada por Cristo. Jesús, el Hijo de Dios, sufrió también la muerte, propia de la condición humana. Pero, a pesar de su angustia frente a ella (cf. Mc 14, 33-34; Hb 5, 7-8), la asumió en un acto de sometimiento total y libre a la voluntad del Padre. La obediencia de Jesús transformó la maldición de la muerte en bendición (cf. Rm 5, 19-21).

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1010 Gracias a Cristo, la muerte cristiana tiene un sentido positivo. “Para mí, la vida es Cristo y morir una ganancia” (Flp 1, 21). “Es cierta esta afirmación: si hemos muerto con él, también viviremos con él” (2 Tm 2, 11). La novedad esencial de la muerte cristiana está ahí: por el Bautismo, el cristiano está ya sacramentalmente “muerto con Cristo”, para vivir una vida nueva; y si morimos en la gracia de Cristo, la muerte física consuma este “morir con Cristo” y perfecciona así nuestra incorporación a El en su acto redentor:

En pocas palabras queridos lectores, la muerte no tiene poder, Cristo ha vencido a la muerte, por eso los cristianos especialmente los Católicos no rendimos culto a la Santa Muerte, no tenemos imágenes, ni veladoras, ni oraciones, ni plegarias a la Santa Muerte.  La misma Sagrada Escritura por labios de Nuestro Señor Jesucristo nos dice quien es Dios “Dios no es un Dios de muertos, SINO DE VIVOS” (Mc 12,27).  Es incoherente querer servir a dos, la muerte y el autor de la Vida, Jesucristo mismo lo dijo “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida(Jn 14,6). Jesucristo nunca dijo yo soy la desviación, la mentira y la muerte,  si usted necesita mas información sobre lo que es la idolatría a la ‘Santa Muerte’ pulse aquí.   Si usted es ferviente seguidor de la Santa Muerte no se deje engañar ya que esto no proviene de Dios sino de Satanás y Satanás ha sido derrotado y ahora lo que quiere es aplastar y destruir a todos aquellos buenos corazones que buscan al Señor pero necesitan orientación.   Quisiera terminar con la siguiente oración a San Miguel Arcángel

“Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales. Humildemente te rogamos, te digne librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el servicio del Señor; que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte, para que, defendidos por tu poder del infernal dragón y de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por tí, libres de toda culpa, ante la Divina Majestad.”  (Tomado de EWTN)

Amén.

© 2013 Adrain Alberto Herrera.  Todos Derechos Reservados.

Foto principal-Christine Zenino , Foto de crucifijo-JavierPsilocybin

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