Ya estamos casi al terminar nuestro caminar de la cuaresma.  En lo personal esta cuaresma ha sido marcada por la luz que de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium del Santo Padre Francisco que nos ha invitado a  “…renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso” (No. 2). Como agente de la Pastoral Juvenil me he preguntado ¿qué más debemos estar haciendo Señor?  La respuesta ha sido muy peculiar y refrescante.  El Papa Francisco la llama la alegría del Evangelio.  Pareciera algo simplista, pero no, es algo elemental y tan lleno de verdad, estamos llamados a la alegría.

“…Es la alegría que se vive en medio de las pequeñas cosas de la vida cotidiana, como respuesta a la afectuosa invitación de nuestro Padre Dios: ‘Hijo, en la medida de tus posibilidades trátate bien […] No te prives de pasar un buen día’ (Si 14,11.14). ¡Cuánta ternura paterna se intuye detrás de estas palabras!” (NO. 4).

Nos recuerda el Papa Francisco que aun como trabajadores del rebaño estamos llamados a dar testimonio de alegría.  A ser personas sanas de mente y corazón y buscar también momentos que nos animen que nos lleven a expresar el gozo.

crucifiedAlgunos de nuestros jóvenes parten de la realidad familiar de algunas familias católicas hispano/latinas de  enfocarse solo en la Cruz del sufrimiento.  Ver toda la vida como una llamada al sufrimiento, como si eso es lo único que buscamos en la vida, sufrir para llegar más a Dios.  Estas líneas de pensamiento han hecho que muchos grupos juveniles se enfoquen nada mas en este aspecto de la vida y no en el “Gozo del Evangelio”.  Personas de la cultural predominante incluso tienden a desafiar nuestras acciones pastorales, diciendo que estamos proclamando un Cristo únicamente sufriente y no liberador.  El Beato Papa Juan Pablo II en su Exhortación Post-Conciliar Ecclessia en America nos dice:

“ Es imperiosa la necesidad de evangelizar las culturas para inculturar el Evangelio….en los países profundamente secularizados se tratará de procurar nuevos procesos de evangelización de la cultura, aunque supongan proyectos a muy largo plazo. No podemos, sin embargo, desconocer que siempre hay un llamado al crecimiento. Toda cultura y todo grupo social necesitan purificación y maduración…podemos reconocer algunas debilidades que todavía deben ser sanadas por el Evangelio…” No. 69.

Hispanic youthEn Estados Unidos tenemos muchos retos como agentes de Pastoral Juvenil.  Por un lado tenemos la realidad colectiva de los jóvenes a los que servimos.  Estos jóvenes que vienen a nuestros grupos con una formación muy pobre en lo referente a la catequesis y la fe; y por otro lado tenemos el gran reto de la cultura secularizada que busca que la persona se vuelva egocentrista.  Necesitamos pues descubrir modelos que hablen a las dos realidades.  Que hablen a las manías y expresiones populares/culturales de la fe, que busquen sanarlas por una más amplia relación con Cristo si es necesaria; y que a su vez busque formas de hacer presente el evangelio en un grupo de personas que más y más están cayendo en la gran mentira que no necesitan una comunidad para encontrar a Dios.  Esto toma tiempo, dinero y poder hacer planes a largo plazo.  Como líderes, si vamos a evangelizar, necesitamos poder formarnos para formar a otros.  Dice la Palabra de Dios:  en el libro de Proverbios:

“El corazón alegre mejora la salud; el espíritu abatido seca los huesos.” (Prov. 17, 22).

Seamos corazones alegres que den testimonio de lo que Cristo ha hecho en nuestras vidas.

2014 © Alejandro Barraza.  Todos Derechos Reservados.

Foto principal por Celestine Chua, foto de Jesus por Damian Gadal, foto de jóvenes por moodboard.

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